El principio general del Holismo

El principio general del holismo fue resumido concisamente por Aristóteles en su metafísica: «El todo es mayor que la suma de sus partes».

Se puede definir como el tratamiento de un tema que implica todos sus componentes, con sus relaciones invisibles por los cinco sentidos, pero evidentes igualmente. Se usa como una tercera vía o un nuevo enfoque a un problema. El holismo enfatiza la importancia del todo, que es más grande que la suma de las partes (propiedad de sinergia), y da importancia a la interdependencia de éstas.

La realidad es que no somos seres aislados, somos al mismo tiempo individualidad  y  parte de la totalidad, por ello nuestro proceder actúa como la propagación de las ondas sobre la superficie del agua, las de la luz o las del sonido, alcanzando distancias insospechadas. todos somos parte del engranaje, donde para que la máquina funcione, el tornillo de mayor dimensión es tan imprescindible como el más pequeño.

Lo anterior tiene que ver con «la sincronicidad», este es un principio de conexión no causal, una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicado algo más que la posibilidad aleatoria. Es la ocurrencia simultánea de unos eventos que corresponden a un mismo sentido, sin que haya entre ellos relación de causa y efecto.  Los acontecimientos sincronizados son una señal de que nos hallamos recorriendo el sendero adecuado, y también nos dicen cuándo no es así; al nivel más profundo, nos demuestran que no somos meros observadores, sino participantes de una red cósmica interconectada.